Una vez más los telespectadores tenemos la posibilidad de ver en televisión una buena serie española, con un argumento que engancha, y que cada semana nos deja con más incertidumbre. Pero tenemos que tragarnos en medio de ese argumento, el pestiño que al guionista se le vaya ocurriendo sobre los distintos personajes tanto principales como secundarios.
Parece ser que las series tienen que contar con un relleno riguroso, porque pocas se me ocurren que no lo tengan; Los hombres de Paco, Los Serrano, Hay Alguien Ahí... y así podría enumerar muchas que me vienen a la cabeza donde el desenlace no tiene nada que ver con todos los subtemas que se han ido desarrollando mientras ha durado la serie.
Igual es que cuando empiezan a rodar una serie, cuentan con que tienen que hacer un determinado número de capítulos, y ven que les van a sobrar muchos, porque realmente la historia se resuelve en nada. Entonces deciden meter historias, aunque luego queden sin terminar, pero lo importante es tener temporadas y temporadas que emitir.
Llegará un momento en el que todas estas escenas sin sentido, que quitan más que aportan, pasarán tan desapercibidas que ni nos demos cuanta de que Fulanito, se lió con Menganita. Porque realmente, ¿para que ha servido en el desarrollo de la serie?
Pues así se plantea Gran Reserva, como una de tantas. Una ficción que pasará con TVE1 con grandes esperanzas, y con un buen argumento, pero se dejará llevar por los guiones sin pies ni cabeza, y por un desenlace con muchos lazos sin atar.Esperemos que llegue el día en el que las series españolas no dejen con un buen sabor de boca, y digámos: esto si que es dejar el final bien cerrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario