
Revelada la identidad del multimillonario Tony Stark en la primera parte, en esta secuela el superhéroe enmascarado es sometido a presiones por parte del gobierno, de la prensa y de la opinión pública para que comparta su tecnología con el ejército. Pero Tony es reacio a desvelar los secretos de la armadura de Iron Man porque teme que esa información pueda caer en manos indeseables. Este es el punto de partida de la que seguramente sea una de las segundas partes más deseadas de la historia.
La gran novedad en esta entrega es el fichaje de Scarlett Johansson, en el papel de Nathasha Romanoff (la viuda negra), una peligrosa, seductora y muy sexy agente rusa enfundada en un ajustado traje. El que no va a estar en esta secuela es Terrence Howard, que terminó tan mal con la firma Marvel, que no le sustituyeron por Don Cheadle, en el papel de Coronel James Rhodes / Máquina de Guerra.
Según el actor que representa al personaje de Marvel, el público se identifica con Iron Man porque tiene su dosis de realidad. Aunque en esta segunda parte, el misterio ya se ha desvelado, la película sigue presentando nuevos interrogantes. Según dicen los productores se han guardado un as bajo la manga, ¿estarán preparando el rodaje de Iron Man 3?
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